viernes, 27 de junio de 2014

VIENDO PASAR LAS LIEBRES.

Me siento en el rincón, metafóricamente hablando, donde se que soy menos vista.
¿Me escondo? Si, lo hago. A veces es cuestión de necesitarlo, nada más.

¿Que me hizo convertirme en alguien así? 
Supongo que nada en particular y todo en general. A fin de cuentas es cuestión de elecciones.

Me acostumbre a eso, a preferir pasar inadvertida. 
La vida así resultó mas fácil, puede que algo deprimente pero en esencia más fácil. Y ni siquiera se cuando comenzó a ser tan importante para mí tener una vida simple y gris porque yo nunca fui así.

Creo que me hace parecer algo cruel, porque puedo aparentar que poseo una gran facilidad para el olvido. 
Consigo alejarme tanto que a veces esas distancias se hacen insalvables.
¿Por que ese afán por mantener las distancias? 
¿Cobardía?
¿Puede ser tan simple como eso? No lo creo.

El grosor del escudo de un guerrero, esa es mi distancia de seguridad.
delgada pero fuerte.

¿Es posible llegar a ser importante para alguien de esta forma? No. No lo es, y lo se.
Se que ese es un bonito cuento al que renuncie hace tiempo.

No quiero soltar mi escudo, ¿o es que simplemente no encontré el momento oportuno?
Alguna vez algo me dijo hazlo, y alguna vez fui decepcionada también, es natural, todos tenemos que pasar por ello si queremos crecer con las experiencias necesarias. 
Pero ahora no se cuando todo se volvió un problema. Un enigma que no logro descifrar.

Yo también fui una niña como todas.
Creo que la traba fue que me rendí antes de tiempo, que tomé demasiada conciencia de todo antes de tiempo, eso no lo hacen los niños. 
Me faltaron tantos errores que cometer que al final no aprendí nada.

Esas son las cosas importantes que te hacen ser quien eres.
Moldearte y formarte a ti mismo.
Sería bonito ser participe de esa utopía que me negué a mi misma.
El derecho a equivocarme, a errar sin pensar en el que pasará.
El derecho juvenil a arriesgarse sin preocuparse por nada ni por nadie.

 Aun así no puedo evitar seguir mi senda de la forma en que se hacerlo, incluso sabiendo que está errada.
No se construirlo de otro modo, es por eso más que nada. 

Mi caminar lento en un mundo donde todo es una carrera en la que el mas rápido gana no me hace una vencedora. Pero no necesito serlo, al final construí lo que pude, porque no supe hacerlo de otro modo, ah cierto, pero eso ya lo dije.

En estos tiempos, yo soy una tortuga en una tierra dominada por las liebres, y no es que no me gusten las liebres.

Creo que cada uno tenemos nuestro propio tiempo.
Nuestra propia velocidad interna.

Mi motor no está oxidado, ni roto, ni falto de combustible, soy una tortuga y como tortuga camino lento. Es solo eso.

1 comentario:

  1. Las tortugas tardan más en encontrarse pero no deja de haber tortugas, ni caracoles, ni hormigas... las liebres también tienen que saltar a todos y también se cansan...

    Un abrazo en el caparazón tortuguil !

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