jueves, 20 de marzo de 2014

DRAGÓN ROJO.

Mi corazón tiembla ansioso.
Ávido pide, y desgarrado se despide.
Como un niño grita. 
Me vuelve loco, y en mi locura lloro.    

Mis ojos, distraídos, a mil mundos miran. 
Pero el miedo a volver se fija en mí otra vez. 
    
Soy el viajero que dejó, pero agarra desconsolado con manos sangrantes de dolor.    
Piloto de vuelos en galaxias.
Las que nos hacen creer que nunca podremos enteras recorrer.      
                 
El adicto de lo que está por ver.
Mundos diferentes, llenos de multitudes que distraen la mente.
Mundos iguales, vacíos, sin vida. 
En ellos solo existen los pensamientos que como atrapados, revolotean a mí alrededor.
Inhóspita solitaria aridez. Enigmática y bella sencillez.
El planeta salvaje que jamás pudo ser domado, por mis ojos fue fotografiado.

Se donde nací, y aun así no me atrevo a volver allí.
       
Siempre supe que sería el visitante, el que ansia en la distancia tener lo que con sus manos nunca va a coger. 

Busco al dragón rojo.
Se que existe en este cielo, mi infierno.
O, ¿fue un sueño que tuve en una noche de alcohol?
Pero si solo fue un sueño, ¿porque me maltrata sin ninguna compasión?

Algún día veré ese dragón, rojo como la sangre que en mis venas hierve por encontrarlo de frente.
Criatura fiera que puede matarme, no te olvides de quien con avidez busca tu silueta en el aire y tiembla a la vez, solo con pensar en encontrarte.


3 comentarios:

  1. Con Fuegos tristes y suspiros de extraña melancolía se ocultaban los Dragones unos de otros para no preocupar a la comarca. Los ojos vencidos, el corazón estrujado y el alma ensombrecida. Por momentos parecían vomitar en cataratas sus propias lágrimas, que bien los podría haber hecho caer desidratados en un cíncope o peor aún, tapar bajo sus aguas a más de un humano, pero no, nada de eso había ocurrido y aunque ellos desconcían los motivos... nada, nada, tampoco los alegraba.
    Uno, el más anciano y sabio de los Dragones, sentencio que aquella desconocida epidemia que se esparcía entre sus amados Dragones no podía ser mas que una peste del corazón, algún dolor interno que de alguna manera superarían, decidió entonces juntalos en el centro de la Plaza Principal de Roldán y pedirles paciencia... todo ya pasaría, aunque llamó a ese malestar y desasociego… Soledad de Dragón.

    Ahora, solo esperaban impacientes el primer azar de primavera, para volar hacia un nuevo lugar. Un nuevo mundo donde pudieran volver a ser felices y por supuesto… volver a amar.

    Como ruge tu alma...
    Me encanta Fito,todas sus letras me parecen magnificas.
    Mas besos chiquitina :)

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  2. Simplemente aplaudo tu texto que me parece genial!
    ; )

    Y Fito!
    "Yo he crecido cerca de las vías y por eso sé, que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren"

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  3. Ese dragón rojo aparecerá en el momento mas necesario, como hace.
    Intenta cambiar un poco el chip, se mas positiva y deja esa mente de vez en cuando en el planeta tierra.
    Rojo, rojo como la sangre, que desgarrador suena eso, pero el color rojo es el color del amor, y tu eres un puro amor :)

    Muy buen escrito, es genial, redondeándolo con la canción de fito quedo de lujo ;)

    muaka :)

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