domingo, 6 de abril de 2014

DIME PEQUEÑA (el camino correcto) 2ª parte. FINAL.

Tres meses Después de su vuelta, Bryan sintió que era el momento de ver a su madre con la que no había vuelto a tener contacto en ocho años.
El volver fue por Alis, pero ser consciente de la cercanía de su madre le hacía no poder evitar querer saber de ella. Sorprendiéndolo el echo de como algo que creía muerto y enterrado, podía resurgir de su propia tumba y borrar de un plumazo las convicciones construidas en los años que había pasado fuera.

La escena en la película de su vida pasada que quedó en pausa comenzaba a moverse de nuevo.
El rencor, la decepción, la sensación de verse superado. Todo volvió, pero ahora era distinto.
Él era distinto, o eso quería creer.

Frente a la gran puerta de madera oscura de su antiguo hogar respiro hondo tres veces antes de tocar al telefonillo. El que sustituía al timbre que antes en el  mismo lugar había.
Un aparato de botones y luces de lo mas moderno sustituto de un simple botón que hacía tomar conciencia del verdadero paso del tiempo.
Los años, al fin y al cabo nunca dejan nada olvidado.

La incertidumbre acia lo que encontraría tras esa puerta, hizo a su corazón acelerarse.
Quería verla aun con la incertidumbre de lo que encontraría, y tuvo ganas de llorar al sentir el momento cerca.

Una voz desconocida que preguntaba quien era lo sobresaltó, y limpiando sus ojos con rapidez, intentó disimular su emocional estado.
Que vergonzoso sería volver después de tantos años y seguir pareciendo un niño.

_ Mi nombre es Bryan, soy el hijo de Lena, y me gustaría verla _ Se presentó algo perdido esperando respuesta no demasiado seguro de si mismo.

Hubo una pausa en la que se le pasó de todo por la cabeza, hasta que casi un minuto después una mujer menuda y regordeta le abrió la puerta.

_ Buenos días_ Saludo la extraña con una sonrisa estudiada _ Su madre me ha hablado mucho de usted. Oh disculpe, pase, pase.
Ella está en su habitación. Sigame, le guiaré _

Y mientras seguía a la mujer como si desconociera el lugar que pisaban, esta no dejó de hablar.

_Mi nombre es Gala, soy empleada en esta casa.
Trabajo aquí desde hace tres años, y entre otras cosas cuido a su madre_
_ ¿Cuidando de mi madre?_ Pregunto bryan sobresaltado.
_Si señor, a pasado mucho tiempo fuera, es normal que no sepa del asunto pero, su madre, hace más de tres años que padece una grave depresión, y a intentado suicidarse en varias ocasiones, por lo que es mejor tenerla vigilada cuando no duerme_

Bryan se quedó momentáneamente en blanco al escuchar la inesperada revelación.
No sabía que pensar al respecto.
¿Podía todo aquello ser consecuencia de su marcha?
Tantas preguntas paseando por su cabeza solo lograban que se sintiese peor de lo que ya lo hacía.
Pero no dijo nada y continuó tras la mujer como si no lo sorprendieran sus palabras, escuchándola mientras caminaba por el largo pasillo de la planta de arriba donde sabía, al final se encontraba su madre.

_ Su padre_ La empleada seguía con su monologo interminable_ es un buen hombre que no quiso recluirla en una clínica, de ahí que esté yo aquí_
_ No es mi padre_ Aclaró el joven, tan aturdido y lleno de rabia que no acertó a mencionar nada más.
_ Ah, disculpe, su padrastro_ se retracto la mujer mirándolo con reproche.

Y acabando de hablar, la empleada abrió la puerta de la habitación donde su madre dormía.

Un olor a velas lleno su nariz de una mezcla de incienso y vainilla.

Pero el aroma quedo en un segundo plano cuando entró.
Fue sobrecogido por lo que vio.
Su madre no era más que un despojo de huesos en sabanas de seda, y cerrando la puerta de golpe dejó a Gala fuera de la forma mas grosera, cerrándole la puerta en las narices.

Se acerco despacio a la cama donde Lena dormía, y no pudo evitar derrumbarse una vez se quedó solo.
Todos los sentimientos provocados por aquella escena se agolparon en su pecho.
La estremecedora visión de lo que ahora era solo una carcasa sin apenas vida lo abrumó.
Él dejó a una desconocida, y aunque no esperara encontrar a la mujer que fue, es algo que asumió hace mucho, lo que vio superó cualquier previsión posible.

Un tsunami de emociones golpeó sus sienes haciéndolo clavar las rodillas en el suelo, y mientras agarraba la mano de su madre lloró hasta que no pudo llorar más.

Lena estaba tan sedada que no despertó en las dos horas que bryan estuvo junto a ella, cosa que pensó había sido lo mejor por como él había reaccionado al verla.
Otro día quizás, pensó.
Otro día en el que pudiera estar a la altura.

Bajando las escaleras tan conocidas para él como lejanas en el tiempo, recordó lo feliz que se sintió la primera vez que llegó a esa casa.
Pensamiento que incrementó las nauseas instaladas en su estomago hacía ya un rato.
Observó el techo. Techo tan precioso y alto como recordaba.
Cuanta belleza, pensó; la belleza mas podrida que se había echado a la cara en su vida. 
Recordando lo que el camino que su madre inició tanto tiempo atrás hacia lo que creyó los llevaría a una vida mejor, había hecho de ellos.
Actos, los de ambos, que dañaron sobretodo a
la única no culpable de este cuento, Alis.
Un cuento que ya duraba demasiado.
Un cuento que estaba decidido a terminar.

Llegando al último escalón echó un vistazo más a la casa. Quería saber donde se encontraba la pequeña mujer que ahora parecía la única habitante de ahí.
No la vio en el salón, así que decidió visitar la cocina, donde la encontró preparando la comida, cosa que su madre, recordaba, nunca dejo de hacer.
A Lena siempre le encantó cocinar.

La empleada lo miró al reparar en él.

_ ¿Se queda a comer? _ Pregunto sonriente.

Bryan no respondió, él no era el que respondería preguntas, porque lo que deseaba era que fuesen sus propias preguntas las que tuvieran respuestas.

_ ¿Cuanto tiempo lleva así Lena? _ La voz de Bryan sonó tan abatida que la mujer dejó de sonreír respondiéndo sin titubear.

_ Llevo solo dos años aquí y no lo se todo pero, al parecer, lleva mas de cinco años con una grave depresión que la ha acabado incapacitando.
Aunque de vez en cuando me cuenta cosas y habla de ti.
Sobre lo maravilloso que eres, y lo mucho que te quier... _
_ Y Jack, ¿donde está?_ Sentía tanta rabia.
Odiaba a ese hombre casi tanto como se odiaba a si mismo.
_ Y Alis, ¿no vive aquí ya?_

Había tantas preguntas sin respuestas.

Deseaba saber todo.

_ El señor esta en un viaje de negocios, y la señorita Alis entre los estudios y el trabajo suele llegar muy tarde.
Incluso es raro la noche que cena aquí. 
¿Aun no la ha visto?
Bueno, ahora estará en la universidad, pero a las tres podrá encontrarla en la gasolinera de la carretera este. 
Allí es donde trabaja desde hace medio año_

después de tres meses encontrándosela casualmente por los alrededores, había conseguido saber algo mas.
Los encuentros casuales hasta ahora, de nada le habían servido, así que saber donde trabajaba le sería útil.

_ Ah_ continuó la mujer _ y puedo darle el móvil de su padr... padrastro si no lo tiene _ 

_No se preocupe por eso.
Le daré mi móvil. Llámeme si Lena necesita cualquier cosa _

Bryan salio de la casa tan rápido como pudo. 
Y con la angustia agarrada a la garganta condujo dando vueltas sin sentido hasta detenerse en el parque donde solía parar cada día. 
El mismo parque que de niño recorría con Alis.
Un parque lleno de los pocos recuerdos buenos que aun mantenía en su mente.

Los cambios eran poco sutiles en aquel paisaje.

 Ahora, verde y con un hermoso estanque lleno de patos ávidos de pan, se había convertido en el perfecto centro de la ciudad. El cual, gentes de todo tipo recorría.
Muy cambiado y mas concurrido, pero aun así, al igual que entonces, seguía siendo un lugar acogedor. 
el refugio donde podía relajarse y pensar.

Se sentó en un banco, el que siempre escogía si estaba vacío.

El que se encontraba junto a un gran árbol, casualmente, el mismo que de niño solía escalar.
Había cosas que por lo visto, no cambiaban.
Ya no lo escalaba, claro estaba pero, se sentía igualmente atraído por su gran porte de árbol viejo.

Ese día, especialmente alterado por la imagen de su madre, la cual no podía quitarse de la cabeza; los fantasmas pasados volvieron. 

El pensamiento de que su marcha pudiera haber sido el detonante en el estado de Lena, no cesaba.
Y flaqueó sin casi darse cuenta.
Deseó irse lejos. 
Volver a dejar todo atrás, ¿que podía hacer?
Todo estaba muerto. Tan podrido como el mismo.
Alguien como él estaba abocado a fracasar.
Sabía, cuando decidió irse, que su madre no estaba bien, pero aun así lo hizo, y tapándose la cara con sus manos apretó los dientes de pura impotencia.
Hasta que sintió como alguien se sentó a su lado.

Levantó la vista para mirarlo, dándole un vuelco el corazón al ver que, quien estaba junto a él era Alis. 

La observo un momento, pasándose las manos por los ojos húmedos como si no estuviera seguro de lo que estaba viendo.
El perfil de la muchacha, impecáblemente sereno lo hizo apartar la vista rapido.
No había dudas, era ella pero, ¿por que estaba allí? 
Y apoyando sus codos en las rodillas fijó los ojos en el suelo incapaz de mirarla de frente.
No queria que ella viese lo que en ese momento mostraba.
La cobardía carecía de atractivo, por lo que intentó con todas sus fuerzas recomponerse.

_ ¿Que haces aquí?_ Sin levantar la vista Bryan preguntó primero ya que ella no se pronunciaba.


_ Me llamó Gala _ Respondió la chica con voz tranquila, y siguió hablando serena. 


_ Me dijo que estuviste en casa y que viste a tu madre _

Alis lo miro fijamente con un halo de preocupación en los ojos, parecía esperar con ansias una respuesta. Pero Bryan, totalmente abatido y avergonzado no quería ni mirarla.

La chica estiró su cuerpo para acercarse a él continuando la conversación, como en un intento de hacerlo sentir mejor.

_ Sabía que estarías aquí.

Hay cosas que no cambian _ Y apartándose un poco de él continuo.
_ Se que no me he comportado como una buena hermana desde que volvist... _

Bryan  la cortó en seco, no quería que continuara con eso, y levantando la cara la contradijo con ojos llenos de lagrimas.


_ ¡Si aquí hay un culpable ese soy yo!

No tengo escusas, ¿sabes?
Te abandoné a ti. Abandoné a mi madre_ y sonriendo sarcástico a la vez que sus ojos más se humedecían siguió.
_ Al parecer eso de los genes es cierto _ 

Alis quiso hablar pero Bryan no la dejó.

Necesitaba decirle tantas cosas.

_ Vine porque dejar todo como lo dejé me estaba matando. 

¿Pero a quién quiero engañar? Al final sigo siendo el mismo.
Mírame, soy tan patético como lo fui entonces.
No me siento valiente, y de verdad que quiero serlo pero... _ Y apoyándose en el respaldo del duro banco miro al cielo riendo de la forma mas triste que jamas Alis le viera.

_ Creo que no estás viendo las cosas tal y como son_ interrumpió la chica.


Las palabras de Alis siempre fueron para él como un salvoconducto, un apoyo que, a pesar de no merecer, en ese momento necesitaba mas que nada en el mundo.


_ El quedarte o no nada hubiera cambiado con respecto a tu madre_  Seguía hablando la muchacha.
_No te culpes por todo o te convertirás en una victima más _

Ver la dureza en los ojos de la que fue su tierna hermana mientras hablaba, era lo mas parecido a recibir una patada en la boca del estomago. 
Cada frase sonaba tan seca como un golpe certero porque, a pesar de ser palabras de aliento, la forma de expresarlas mostraban a alguien que había pasado por mucho.
Y eso lo destrozaba.

_ Y tu_ preguntó omnubilado por ella _ ¿que sientes al respecto?_ 


Y ya mas tranquilo, apartándole con ternura un mechón de su largo cabello rubio que había quedado atrapado en una de sus pestañas quiso abrazarla, pero se contuvo al escucharla Decir:

_ No lo se_ 


Respuesta evasiva que dijo mientras se levantaba y daba golpecitos a su trasero para desprender la tierra que pudiera haberse quedado pegada en su falda.
Una falda de tablas corta y color naranja que a Bryan le parecía, quedaba muy bien en su cuerpo.
Ella ya no era ni mucho menos la niña que fue.
Ahora veía a una mujer, y no podía evitar fijarse en esas cosas por mucho que intentara no pensar en ello.

Alis antes de irse lo miró pronunciando unas frases que sin ninguna duda lo harían pensar.


_ No voy a dejar de quererte nunca _ Afirmó _ pero no puedo apartar el sentimiento de dolor que me provoca verte, porque tengo miedo de volver a perderte.

Y no te equivoques, se lo injusto de ese pensamiento.
Tienes derecho a hacer tu vida de la forma que decidas, es lo que creo, así que quédate tranquilo. 
Yo ya soy grande para hacer la mía.
Porque por encima de todo, no quiero ser tu lastre_

Esa noche bryan casi no pudo pegar ojo.

Todo lo vivido en el día era mucho, y cada uno de esos acontecimientos daba vueltas sin parar en su cabeza. 
Una galaxia de preguntas. De recuerdos. De cosas por hacer. De dudas y búsquedas de respuestas. 
Un tumulto incesante de gritos que clamaban expiación. 
Porque al final, todo eran cosas que escondidas tras su huida en lo mas hondo de él, se negaba, solo por la vana esperanza de borrar así sus propios conflictos.
Pero engañarse a sí mismo para hacer como que nada de eso existió nunca funcionó.
¿Como se puede uno esconder de si mismo?
Ocho años perdidos en el miedo.

Y no podía, sobretodo, quitarse de la cabeza la conversación con Alis.
La que prácticamente fue una despedida cortes que parecía, pretendía liberarlo de todos sus pecados.
¿Había sido perdonado?
Pero, ¿que era lo correcto? se preguntaba.
¿Aceptar aquello y continuar su vida en paz? ¿O leer entre lineas y hacer lo que sin nuevos auto engaños, sabía, era su deber?

La decisión estaba tomada desde el momento en el que se supo necesitado tanto como el necesitaba. 

Y poniendo punto y final a la duda, sintió el antes pesado lastre liviano, como si repentinamente hubiese sido arrancado.

No volvería a tomar el camino equivocado, por lo que no aceptar las palabras de Alis era la decisión que necesitaba tomar. 

No por nadie, por él mismo.

No permitiría que ella siguiera cargando con el peso que siempre debieron llevar juntos. 
Estaba determinado. 
Y liberado del miedo, ahora asesinado por la decisión, actuaría, haciendo lo que hace mucho debió haber hecho.


Si no eres capaz de afrontar tus miedos, estos pueden comerte entero.


3 comentarios:

  1. El texto me pareció un poco denso, una vida a velocidad vertiginosa que me creaba una sensación un poco agobiante, sobretodo la primera parte, aunque quizá era parte del intento también. La segundo me gustó más, mucho sentimiento y pensamiento contradictorio, para un final sentimental pero resuelto en la historia de unas vidas...
    Mucha "imaginación realista"!
    Y esta canción mola
    = )

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    1. Tan realista que hasta yo me aburrí un poco escribiendola, pero en fin queria plasmar algo y me salio así.
      Y lo que sale, sale y ya esta ;)

      Gracias por leer el tocho y comentar.
      y si, la cancion mola jeje.

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  2. Grandes culpas, esas que le hicieron vivir en el mismo infierno.
    Abandonar a la persona que mas quería por no poder seguir viviendo esa vida, la vida que su madre eligió sin pensar en las consecuencias.
    Con el tiempo cuando casi muerta en vida su madre padecía, no había mucho que hacer, ella calló y tragó hasta llegar a una depresión tan grande que le era imposible salir.
    El muchacho de tu historia huyo y eso lo torturó.
    Pero nunca es tarde como se suele decir y termino afrontando sus miedos por lo que mas amaba, su familia.

    Buen tema musical para esta actualización, como muy bien dice en una frase de la canción, tu eres mi única luz, me gusta ;)

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